Día de Nacimiento

Y aquí me encuentro finalizando el día de mi vigésimo sexta vuelta al sol sintiéndome como la mierda sin saber por qué. Aunque, siendo francos, ese sentimiento se vuelve aún más frecuente conforme los años avanzan. 

Antes que nada, supongo que esperan una introducción, al menos para tener una mínima imagen sobre este autor. Muy bien, aquí va: Tengo un título profesional en alguna carrera que suena sofisticada e inalcanzable cuando somos adolescentes pero luego de un tiempo te sientes como que realmente no sirves para nada. A pesar de llevar varios meses con éste título, me encuentro en un puesto de trabajo que poco tiene que ver con mis conocimientos. Pero bueno, eso es un tema del que hablaremos luego.

Volviendo a lo que acontece el día de hoy: Debo mencionar que no fue muy diferente comparado a años anteriores desde que cumplí mis dieciocho. No he podido descifrar si conforme creces te haces una persona más solitaria o si simplemente idealizas demasiado lo feliz que deberías sentirte (o deberían hacerte sentir) el día que celebras que estás más cerca de la cama de tierra.

Pero no me mal interpreten, no quiero parecer como alguien desagradecido puesto que sé que amaré la historia que cuenta el libro que me regalaron, le daré muy buen uso a los calcetines que me hacían falta, disfrutaré cada sabor de los dulces que con algo de esfuerzo comeré (no soy muy amante de las golosinas) y... esperen... ¿un juego de mesa? ¿quién regala juegos de mesa en pleno 2022? bueno, sólo espero en algún momento aprender a jugar al Rummy y disfrutarlo en el intento (o me atormentará por el resto de mi vida la cara de ilusión de la persona que me lo obsequió). 

Hasta ahora todo bien ¿no?

Pues no. Y creo que todo se debe al hecho de compararme con las demás personas que celebran su cumpleaños acompañados de un puñado de amigos y familia o quizás idealizo demasiado este día desde que tengo memoria...

En todo caso, cada año es igual. No importa qué tan acompañado esté o qué tanto se esfuercen las pocas personas que me rodean, siempre me quedará la sensación de que hizo falta algo o de que en algún otro lugar del mundo hay algún alma celebrando y sintiéndose mucho mejor que yo.

Todo lo anterior se concluye en este preciso momento, sentado en la sala de mi casa, sintiendo el sabor amargo de una cerveza mientras suena alguna canción deprimente de Olivia Rodrigo, escribiendo pensamientos sin sentido en un blog anónimo con el objetivo de que algún ente que se encuentre perdido en la red pueda leer estas palabras e identificarse, entretenerse o simplemente sentir pena ajena.

Por cierto, no tengo conocimientos de escritura ni de redacción (evidentemente) así que hago lo mejor que puedo, no me juzguen.

Hasta una próxima ocasión.

Milo.

Comentarios